Tantas malas acciones,
tantas mentiras, tanta contra ayuda,
tanto dolor y sufrimiento,
y tanto suplicar a oídos sordos,
que no me ayudan ni me dejan levantar,
ni salir adelante por mis propios medios.
Tantas lagrimas y sin poder llorar,
solo me asfixian y no me dejan respirar,
me ahogan en mis propias lagrimas,
y solo me quieren ver arrodillado,
al poder por el poder.
Yo pudiera arrodillarme,
para así parar de sufrir,
que más da, yo no soy tan fuerte.
Pero yo solo quiero arrodillarme,
a mi Dios padre y a mi señor Jesucristo,
mi único y verdadero dios.
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