nublado gris y con mucha humedad,
miro hacia abajo y tu todavía no
estás, pero el suelo se anega, y es
que todavía, todavía, llora por ti.
Se multiplican las lagunillas por
doquier, con el chaparrón, que en
Agosto también son habituales.
Al llegar más lluvia, sin luna ni
estrellas, pero con mucho frio y
humedad. Así noche y madruga,
como si nunca tuviera limite,
ni fin, ni tampoco un final.
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