Lo precioso no está en las
piedras, lo más precioso es
lo que está, en nuestros
corazones.
Ya seas negro, blanco,
o mestizo, ningún diamante
vale más, que ni uno solo,
de nuestros corazones.
Siempre valdrá mucho más,
una gota de nuestra sangre,
que un quilate de diamante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario