Esa Carta tardía,
tan tarde, cuando todo estaba consumido,
cuando no había esperanza, ni remedio,
que cambiara el destino, ni el resultado final.
que cambiara el destino, ni el resultado final.
Tal vez igual, la vida me deparé,
un rápido camino, sin tiempo para pensar,
ni tampoco para llorar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario