Lagrimas brotan de mis ojos,
al ver mirar oír,
y sentir tu sufrimiento.
Y no es que no estoy acostumbrado,
es que ya he visto tantas guerras, me
las he leído casi todas, bueno tal vez
como unas 300, aproximadamente.
Ya estamos todos, todos, todo el
mundo acostumbrado, a ver las
guerras por televisión, como algo
normal como algo cotidiano que
ocurre todos los días, como comer,
beber agua, respirar, caminar, etc.
Mañana empieza otra guerra,
y continua la Historia, como si
nada. Pero para esas personas
que sufren las consecuencias
directas de una guerra, esa guerra
habrá destruido sus vidas para
siempre, sin remedio, y no podrán
nunca volver a vivir otra vida
normal y feliz, pero sin guerras.
Algunos afortunados vivirán felices,
que felicidad, que suerte, porque no
lloraran por un ser querido muerto en
la guerra, ni tampoco verán su vida
destruida, gracias a la guerra. Una
suerte que no todo el mundo tiene.
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