Tus ojos de lucero,
tu mirada de princesa,
tus labios de ceresa,
tu pelo de seda,
y tú piel dorada,
son un hechizo
para mí corazón.
Tan bella y hermosa,
y aunque no lo creas
tu eres más linda
que las Rosas de mi jardín.
Y si aún no me crees,
te daré mi corazón,
y mil sonrisas
todos los días.
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