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Adios Lechozas, llego la hora de salir a comprar. El
Tiempo llego, el de llorar, y llorar, lagrimas de verdad.
No
El fin llegó, nadie pudo
imaginarlo, ni en sueños
ni en pesadillas, era
impensable, pero posible.
La falta de cuido, de un
poco de esmero, y de
seguro de atención, fue
causa determinante, pues
si era sabido que la planta
estaba sufriendo alguna
enfermedad propia o
inducida por un agente
externo, había que atacar
la causa y eliminarla,
para recuperar la planta.
Estoy seguro que con un
poco mas de cuido, la
mata de Lechozas todavía
estarìa floreciendo y
brindandonos,
sus grandes, dulces y
tan ricas lechozas.
Al empezar ha escribir este
me entero de la otra mala
noticia, la hija de la Reina,
ha sido cortada, al tajo,
porque estaba cerca de la
tapia, de la pared lateral
con la casa del vecino.
Ella era la Hija de la
Reina, la Joya de la
Corona, la llamaba yo,
pues era una planta muy
fructífera, dando muchas
Lechozas, grandes, dulces
y buenas. Total un mal
sueño del que no vamos
a despertar jamás.
Nos quedamos sin Reina
sin Joya, sin sucesora,
y además, sin Lechozas.
y lo peor, habrá que
comprar en el Mercado
de Conejeros, y si acaso.
en sus buenos tiempos,
y que tiempos, los mejores
hace menos de 1 año.
1 año. Que descuido.
La Joya de la Corona,
la hija y la heredera,
y la mata de lechozas
mas productiva de la
zona. Ahora, y ahora
a llorar para el Valle.
Pues lo que viene es
tiempo de sequia total,
a menos que me ponga
las pilas, y haga milagros,
para que las planticas,
pequeñas hijas de la Reina
y de la Joya, crezcan en
muy poco tiempo, un año
tal vez. Horita el Desierto.
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