Del timbo al tambo, de aquí para allá,
de algún lugar a otro, sin rumbo fijo y
sin parar, ni saber a dónde se va. No
se siembra ni se riega, no se florece,
ni tampoco fruto se da. No sé cosechan
los frutos ni se disfruta su dulce sabor
ni su miel. Se vive insatisfecho, triste,
y amargado, peleando todo el tiempo,
con todo el mundo, y con ganas de llorar.
sin parar, ni saber a dónde se va. No
se siembra ni se riega, no se florece,
ni tampoco fruto se da. No sé cosechan
los frutos ni se disfruta su dulce sabor
ni su miel. Se vive insatisfecho, triste,
y amargado, peleando todo el tiempo,
con todo el mundo, y con ganas de llorar.
Versos Libres |
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