Crear dificultades, esparcir mentiras, o perjudicar a los demás,
por dinero, por cumplir ordenes, no es ético, ni moral, ni sentimental,
es un pecado mortal, intencional, y con conocimiento. Yo no seré un
santo, pero prefiero quedarme en casa, viendo televisión, y vivir las
mil y un fantasías, de un mundo virtual. ¿ Quien será el Malo ? Esas
son las cosas que nunca se me olvidan.
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