Casi 35 años, juntos,
y compartiendo mucho,
gripes, resfriados, fiebre,
dolor de cabeza, dolor de
garganta, o amigdalitis
crónica, etc.. O tal vez,
un folículo de la piel,
un pelo (vello) de la piel
infectado, contaminado,
hinchado, encarnado, etc.
Que hubiera podido ser,
sin ellas, fiebre y dolor de
garganta y de cabeza sin
fin, o una pierna herida
grave, perforada como
con una mecha, de arriba
abajo, o de lado. Pues lo
que me salvó en aquella
ocasión, y todavía hoy,
es la Ampicilina para la
infección de la piel, y de
la Ampilan para el dolor
de garganta. Aunque ya
la amigdalitis crónica se
murió para mi, pero uno
nunca sabe, pues a veces
los muertos, resucitan.
De hecho, cuando estudiaba
en la universidad, en la UDO,
la Universidad de Oriente en
Puerto La Cruz, Venezuela, la
amigdalitis me tumbo dos veces
cuando estaba estudiando el 5to
semestre de Ingeniería Eléctrica;
y tenia examen de Matemáticas
V, sobre Matrices, y luego de
Sistemas de Ecuaciones. Pero
pase el fin de semana, y toda la
semana sin poder casi estudiar,
ni la matemática ni la mecánica
de materiales, difíciles las dos,
si es la primera vez. Con dolor
de cabeza, fiebre, con malestar
general, y tener que presentar
los exámenes con fiebre y dolor
de cabeza, y tener que ir por el
largo pasillo techado que lleva
al salón de clases, eso solo
podía tener un resultado, dos
materias aplazadas, otro semestre
perdido, y tumbar el promedio
que traía del ciclo básico. Eso
traería otro mal destino, dificultad
para encontrar mejores trabajos,
donde se piden las mejores notas.
quien mucho la utilizó,
y hasta que la amigdalitis
crónica remitió, ahora es
mi bebé quien la necesita.
Pues de tal palo, tal astilla,
y también una pastilla (gragea)
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