recuperado de su terrible mal,
un Comején que como el cáncer,
poco a poco había invadido toda
su naturaleza, raíces, tronco y ramas,
y lo había postrado hasta casi su
muerte, perdiendo ramas, parte de
su tronco, su verdor natural, sus
lindas flores y su capacidad de
reproducion. Ya el hacha del verdugo
se levantaba ya, amolando su machete,
pues de que sirve un Limonero que
frutos no da. Pues para muchas cosas
todavía tiene para darnos, aparte del
vital oxigeno para respirar, y sin el
que ningún ser vivo podría vivir. El
Limonero aún viviente es como una
pequeña planta de oxígeno, toma aire
del ambiente, y nos da oxigeno, como
una planta industrial (Oxigeno IV),
pero como un millón de veces más
pequeña. Pero, aunque 20 años tarde,
le da la opción de la vida y de luchar,
para ganar nuevas experiencias y
demostrar que los sueños se pueden
hacer realidad. Al final el Limonero
nos regala, su lindo verdor visual
que tanto le gusta a nuestra mente y
los dulces frutos que necesita la vida.
