A pesar de la superioridad numérica, de recursos humanos y materiales, el todopoderoso ejercito
rojo, no pudo lograr ninguno de sus objetivos, no pudo romper la linea defensiva, ni tampoco destruir a la división azul, solo nació la victoria y creció la reputación, de una de las mejores divisiones de la segunda guerra mundial: la 250 ª División Azul de Voluntarios, que perdura en los libros especializados de la historia militar, y donde triunfo la calidad y no la cantidad.