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domingo, 20 de abril de 2014

Nazareno de San Pablo

Creador  y  Redentor  Mio.
A quien me  humillo  y  en cuya  presencia
reconozco  debo  ser  vilmente  despreciado,
por haberos  sido ingrato  y  haber olvidado
tan grandes   beneficios como habéis hecho.
Padeciendo  por  mis  gravisimas  culpas,
tantos martirios, especialmente los dolores que sufristeis
cuando cargaron sobre vuestros delicados hombros
esa muy pesada cruz, para rendir en ella la vida,
en  el  Monte  Calvario.
Me pesa señor, de todo corazón, haberos ofendido,
pésame señor haber sido yo la causa de que llevéis esa cruz,
sufriendo  tantos dolores,  amarguras  y congojas.
Pésame  mi  ingratitud  y  descuido
de  no  haberos  dado  continuamente
rendidas gracias por tantos grandes beneficios.   Amen.

Jesus Nazareno

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