Amanece,
tanta dicha y placer,
no debería tener limite ni fin,
pero el sol se asoma entre cerros,
con su tenue luz
y su cálida brisa matutina,
recordando todavía,
el exquisito néctar de la champaña,
y las suaves curvas,
de las chicas lindas de la playa.
Porque amaneció tan rápido.
ResponderEliminarNo se ni donde estoy.
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